CONSIDERACIONES SOBRE LA MELODÍA Y EL CANTO EN LOS NIÑOS

Blanca Eugenia Romero Rentería

Aunque es cierto que las tendencias musicales actuales están enfocadas en el ritmo y en la mezcla de estilos, la melodía es perceptualmente atractiva para los más pequeños. La expresión que logran los niños de preescolar a partir de las canciones está influida por la curiosidad, la comprensión y la disposición hacia el texto.
En una clase de música en preescolar el canto puede ser una sección de la clase en la que la atención y la concentración se puedan lograr con los más pequeños, siempre y cuando no estén sujetas a la coerción y forzadas por los adultos a cargo.
Es muy recomendable iniciar adecuar los niveles auditivos, kinestésicos y respiratorios que permitan a los niños organizar e internalizar su atención, de manera que cuando empiece la sección de canto, su disposición esté dada de manera natural. 
El juego cantado es otra manera de fomentar el uso de la voz, ya que el ritmo muy marcado con el cuerpo o con acciones muy concretas ayuda a que el aprendizaje de las canciones sea atractivo, más aún si está seguido de acciones como correr, saltar, girar, etc. Si por el movimiento corporal que se esté realizando, la melodía se verá sujeta a cortes por la respiración agitada, o por acentos involuntarios causados por el movimiento del diafragma ante las acciones y gestos corporales.
Sin embargo, en ese momento no tiene tanta importancia porque el canto tiene otra finalidad que no es precisamente la interpretación perfecta, sino la introspección en el juego y la expresión a partir de algún personaje que sea el que más rápido corra o el siguiente en ser el perseguidor, o simplemente por mantenerse en el ritmo del grupo y reír.
La improvisación melódica en los más pequeños es de uso cotidiano, cantan cuando están jugando a solas o mientras hacen trazos en una hoja. El canto espontáneo se da sobre todo en los niños más pequeños, que inventan melodías para acompañar su actividad, y se observa que juegan con la altura de acuerdo con los movimientos que realizan.

El canto como actividad humana se está perdiendo, dejemos que por lo menos los más pequeños lo sigan disfrutando. ¿Cómo? No coartando su actividad, dejando que jueguen y exploren con su voz, con su cuerpo en el espacio.